lunes, 3 de enero de 2011

ENFERMEDADES MENTALES-EL NARCISISMO-TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES


TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

ENFERMEDADES MENTALES-EL NARCISISMO

La persona con este tipo de personalidad tienen una incontrolable necesidad de sentirse importante, exitosa y admirada por todo el mundo.

Ellos actúan como si fueran únicos y merecedores de favores especiales. Por lo general, a los narcisistas no les importan los sentimientos y/o resentimientos de las otras personas, y están celosos de los éxitos de los demás...

En psiquiatría llamamos Narcisismo a una forma de estructuración de la personalidad, y a una etapa del desarrollo del ser humano. Distinguen los psicoanalistas dos tipos: el narcisismo primario de los primeros meses de la existencia y donde el niño dirige toda sus energias a la satisfacción de sus necesidades. Esta etapa está signada por la incapacidad del niño para reconocer al objeto, entendiendo por tal al mundo, las cosas y las personas que lo rodéan, es decir, el recién nacido es incapaz de reconocer un mundo distinto a sí mismo. Todo su erotismo y/o energía libidinal es auto dirigida, y el mundo exterior no existe.

En una fase ulterior, en el llamado narcisismo secundario, el niño reconoce los objetos, hay cosas que entran y salen de su cuerpo, objetos que le pueden proporcionar dolor o placer, por lo tanto existen para satisfacer las propias necesidades o, como lo frasearía un psicoanalista, la catexia (energia libidinal) va al objeto y de allí retorna al sujeto. El objeto existe en función de las necesidades del sujeto.

Desde el punto de vista de la psico-patología, la estructuración de una Personalidad Narcisística, implica una detención o fijación del desarrollo de la persona a etapas infantiles de profunda gratificación, o en una regresión del individuo a estos períodos, por su incapacidad para tolerar y enfrentar los retos y fracasos que la maduracion y la vida le imponen.

La Personalidad Narcisística se caracteriza por un patrón grandioso de vida, este se expresa en fantasías o modos de conducta que incapacitan al individuo para ver al otro, el mundo se guía y debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él o ella, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Hay en el Narcisista una inagotable sed de admiración y adulación, esta última lo incapacita para poder reflexionar e incluso pensar. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto a la teatralidad y reconocimiento de sus acciones, que en la eficacia y utilidad de las mismas. Su visión es el patrón al cual el mundo debe someterse. Es el Narciso una personalidad que, aún cuando pueda poseer una aguda inteligencia, esta se haya obnubilada por la visión grandiosa de sí mismo y por su hambre de reconocimiento. Vemos así como muchas personas que, pudiendo ser exitosas, productivas y creativas, someten su vida a adulantes mediocridades. Ellas, drogadas por su discurso auto-dirigido, no son capaces de reflexionar y escuchar lo que el mundo objetal les grita.

En la otra cara de la moneda, la Personalidad Narcisística es, en sí misma, una forma de sobrevivencia. Hemos visto en el mito como Narciso es el producto de una acción terrible. La Personalidad Narcisística nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre y ella trasmite al hijo su resentimiento, su dolor, su rabia y su temor. Se refugia, el traumatizado, en su propia imagen de grandiosidad, ello le permite elevar su maltrecha auto-estima y sentirse un poco mejor consigo mismo. Su hambre insaciable de reconocimiento se asila en la admiración y la adulancia de quienes lo circundan. He visto a hombres y mujeres brillantes caer en las más abyectas miserias, en alcohol o en drogas, para sostener su Ego herido.

Cuando el Narciso ejerce posiciones de poder, se rodéa de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otros, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino.

El Narciso es una persona que puede ser muy exitoso, en cuanto al brillo externo se refiere. Él no se plantéa dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean estas brillantes o no. Así vemos como personas con una inteligencia mediocre y una cultura pobre, escalan posiciones sorprendentes, para ellos el recapacitar no existe. Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética.