viernes, 26 de noviembre de 2010

Nutrición en el síndrome del colon irritable-TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

Nutrición en el síndrome del colon irritable

Respecto a la dieta hemos de ir descartando alimentos ya que suele haber una especie de alergia a determinados alimentos. Por ejemplo durante unos días eliminar todos los lácteos de la dieta y observar que ocurre. Si no mejoramos, continuamos eliminando otro grupo de alimentos como el trigo, la cebada y el centeno...

Así podremos ver si digerimos bien el gluten o no. Es una labor un poco laboriosa pero un buen consejo es anotar durante varias semanas todo lo que comemos y como nos hemos sentido a lo largo del día. Al final de varias semanas seguro que ya podemos sacar algunas conclusiones respecto a que alimentos nos van bien o no y la relación entre colon irritable y determinadas situaciones.

Respecto a la conveniencia de tomar alimentos ricos en fibra o no hay casos para todos los gustos. Algunas personas mejoran al tomar más fibra en su dieta y otras muchas, en cambio empeoran. Como norma aconsejamos que si se quiere aportar más fibra que no sea la del trigo. Es mejor la de la avena, verduras, Psillium y frutas.

De entrada los alimentos crudos suelen tolerarse peor que los cocinados.

Por supuesto hay que eliminar todas aquellas bebidas que contienen gas y acostumbrarnos a beber sólo agua en las comidas.

Uno de los detalles más importantes es hacer cinco comidas al día. Hay que desayunar, comer a medio día y cenar. A media mañana y media tarde tomar un tentempié como unas galletas, una compota de manzana o unos frutos secos crudos.
Está comprobado que pasar demasiadas horas sin comer nos aumenta los niveles de insulina y debilita nuestra capacidad digestiva.

Comer poco a poco, masticando y ensalivando los alimentos. La digestión comienza en la boca. No hace falta decir que el hecho de comer de pie está totalmente desaconsejado.

En general es mejor suprimir la leche de vaca y pasarnos a la vegetal (soya, almendra, avena, arroz, avellanas, etc.) aunque los yogures y especialmente el kéfir se toleran mucho mejor.