miércoles, 25 de agosto de 2010

LA FERTILIZACIÓN IN VITRO-TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

LA FERTILIZACIÓN IN VITRO

La fertilización in vitro (IVF) está recomendada especialmente en el caso de oclusión total o parcial; o la ausencia de las trompas. En el caso de infertilidad, por razón desconocida, o por mala calidad de los espermas, se ha aplicado IVF con éxito. IVF tienen un gran valor diagnóstico como tratamiento de la infertilidad...

Si llegan a fertilizarse bien los óvulos maduros aunque no se embarace la paciente, los tratamientos futuros tienen sentido. Si por el contrario la fertilización del óvulo maduro no ocurre, el único tratamiento de queda, en la mayoría de los casos, es la inyección espermática intracitoplasmática (ICSI).

En la mayoría de los casos, el tratamiento con IVF requiere estimulación hormonal, empezando el día 1 a 3 del ciclo.

Con la ayuda de un análisis sanguíneo y ultrasonidos para observar la maduración de los óvulos, se determina el tiempo de la inyección con HCG (hormona que provoca la ovulación) y el día y la hora de la punción para obtener los óvulos (36 hrs. después de la aplicación de HCG). Los óvulos se obtienen con la ayuda de un ultrasonido y de una aguja delgada. Por lo general, la paciente recibe una ligera anestesia. Con un sistema de succión se obtiene el líquido de los folículos con los óvulos. En seguida, se examina el líquido para detectar los óvulos. Si se encuentran óvulos, se introducen éstos en un medio donde permanecen hasta que se introducen en la matriz (transferencia de embriones). Este proceso dura aproximadamente de 40 a 70 horas.

Después de la transferencia, la paciente descansa y puede ir a su casa. Al mismo tiempo que se lleva a cabo la punción: o poco tiempo después, el marido entrega una muestra fresca de esperma. Antes del procedimiento, se examina y se congela una muestra de esperma; en el caso de no obtener una muestra, deben existir espermas con qué trabajar.

Después de la preparación de los espermas, se depositan aproximadamente 100,000 espermas con los óvulos en el medio de cultivo. En algunos casos, se espera hasta 24 horas post-punción para juntar los óvulos con los espermas para que así los óvulos tengan una mayor madurez. La fertilización se puede observar hasta 18 horas después del procedimiento; y 40 - 48 horas después, los óvulos en estado de división, se transfieren con ayuda de un pequeño catéter de regreso a la matriz de la mujer (transferencia de embrión). Posteriormente, la paciente descansa unas horas en el hospital y después se puede ir a casa, guardando reposo en cama durante los próximos tres días. La cantidad de embriones que se implantan depende de la calidad de los mismos; y el médico, en conjunto con la pareja, toman la decisión acerca de cuántos embriones se transfieren. La posibilidad de lograr un embarazo es mayor cuando se aumenta la cantidad de embriones, de la misma manera incrementa la posibilidad de que ocurra un embarazo múltiple.
Los embriones que sobran, se pueden conservar congelándolos en nitrógeno líquido a temperaturas de 196º Celcius bajo cero.

El éxito del IVF depende de muchos factores: influye la calidad del esperma, la cantidad de óvulos maduros, la cantidad de embriones transferidos y el proceso de anidación del embrión en la capa interna de la matriz (el endometrio). La mala cantidad del esperma, que normalmente se identifica por mortalidad pobre, impide en muchos casos una fertilización exitosa. La fertilización en estos casos normalmente no excede el 30% (si existe calidad de esperma normal, la fertilización llega a un 80%).

En ocasiones, en mujeres con trastornos hormonales graves, se obtienen únicamente óvulos no maduros. Estos óvulos inmaduros o postmaduros no fertilizan en el mismo grado. En estos casos, el momento de unión del esperma con óvulos es de suma importancia. En ocasiones, el trastorno en la maduración de los óvulos se logra corregir a través de un protocolo adaptado en un próximo ciclo de tratamiento. La anidación de los embriones en la capa interna de la matriz (el endometrio) se apoya con hormonas. Una gran parte de estos embriones se pierde por malas condiciones para la anidación del mismo endometrio. Otra parte de los embriones deja de desarrollarse probablemente porque existe daño genético. En estos casos, la falta de un embarazo es un mecanismo de protección de la naturaleza para evitar una malformación.