jueves, 12 de agosto de 2010

DIAGNÓSTICO DEL SINDROME DE REITER-TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

TODO SOBRE SALUD Y ENFERMEDADES

DIAGNÓSTICO DEL SINDROME DE REITER

El diagnóstico de esta artritis reactiva se fundamenta en las manifestaciones clínicas Las lesiones extraarticulares y cutáneas son tan características, que la simple observación de las mismas puede hacer sospechar la presencia de este síndrome; la confirmación de balanitis en adolescentes y especialmente en niños y requiere un examen meticuloso de los genitales, pues suele pasar desapercibida, como el resto de la clínica extraarticular.

En los niños el antecedente más frecuente es la diarrea y en los adolescentes, las infecciones de transmisión sexual.

Si solamente aparece artritis, se debe averiguar si el individuo es HLA-B27.

En pacientes de riesgo o con sintomatología hay que descartar VIH.

Las pruebas complementarias de laboratorio, efectuadas en la fase aguda revelan la presencia de leucocitosis (aumento de los leucocitos o glóbulos blancos de la sangre) con neutrofilia (niveles anormalmente altos de neutrófilos, un tipo de células blancas de la sangre), severo aumento de la velocidad de sedimentación globular, positividad de la proteína C reactiva y cambios inespecíficos en el proteinograma (gráfica que representa la tasa de las diferentes fracciones de las proteínas separadas por electroforesis), mientras que en la fase crónica el único hallazgo puede ser la aparición de una anemia (disminución de los hematíes o glóbulos rojos circulantes) leve.

Para establecer el origen infeccioso de la enfermedad resultan más indicado que realizar cultivos, especialmente para la Clamidia, hacer estudios serológicos frente a los microorganismos potencialmente implicados: determinación de anticuerpos por técnicas de fluorescencia directa, enzimo inmunoensayo o determinación de ADN o ARN. El cultivo de líquido sinovial es negativo.

No obstante la confirmación del síndrome de Reiter puede resultar difícil, ya que a excepción de la determinación de antígeno HLA-B27, positiva en un alto porcentaje de casos, no existen exámenes de laboratorio específicos.

La radiología, en etapas precoces puede ser normal o mostrar sólo aumento de volumen de partes blandas y osteoporosis (desmineralización esquelética generalizada), que luego desaparecen. Una vez establecida la enfermedad en el 60 a 80% de los pacientes se evidencian cambios radiológicos permanentes típicos de artritis, reacción perióstica con bordes irregulares o “desflecados”, proliferación ósea en los sitios de inserción tendinosa y sacroileitis (inflamación de a articulación de la cadera), que suele ser asimétrica, a diferencia de la que aparece en las enfermedades autoinmunes. Las deformidades osteoarticulares no suelen ser frecuentes, salvo los típicos dedos de salchicha” en manos y pies.

La mayoría de los pacientes tienen síntomas aproximadamente durante 6 meses; un porcentaje significativo tiene episodios recurrentes de artritis y del 15 al 30% de los pacientes desarrollan artritis crónica.

Las principales complicaciones del Síndrome de Reiter son: artritis recurrente, artritis crónica o sacroileitis, espondilitis anquilosante y secundarias al tratamiento cataratas y necrosis de la raíz de la aorta.

El pronóstico es mejor en aquellos pacientes que han desarrollado el síndrome de Reiter después de una infección gastrointestinal. Se asocia a artritis de cadera, velocidad de sedimentación moderadamente elevada, baja eficacia de los antiinflamatorios no esteroideos, artritis múltiple, inicio a edades tempranas de la vida y presencia de “dedo en salchicha”.